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lunes, 11 de julio de 2011

Magdalenas de mantequilla



























Un día gris 




Biutiful. La última película de Iñárritu.
Casi  documental. 
Aquellos a quienes no queremos ver. A duras penas aguanté hasta el final. Las grandes miserias a nuestro alrededor.

Siempre me acompañan dos sensaciones:
Estar perdiendo el tiempo.
La culpa. Por ser desagradecida.

(Aunque la media mundial es de 66,7 años (en 2005), existen diferencias abismales entre las distintas zonas del planeta. En Europa y América del norte la media es de 73 años, en Oceanía es de 71 años, en Latinamérica es de 70 años, en Asia es de 61 años y en África es de 55 años.
Según el informe anual de la ONU, los Estados con menor expectativa son Zambia con 37,5 años, la Repúbkica centriafricana con 39,3 años, Malawi con 39,7 años y Sierra Leona con 40,8 años.
Los de mayor expectativa son Andorra con 83,51,  Japóncon 82 años, España con 81 años, la región de Hong Kong, China con 81,6 años, Islandia con 80,7 años y Suiza con 80,5 años.) Wiki dixit.

365. 80= 29200 días
Miro el mar por la ventana. El día está gris. Llueve desde hace una semana.













No me molesta. Me gusta. No soporto el calor.

Soy gris. En medio de miles de personas.
¿Por qué no puedo dejar de enfadarme por chorradas? ¡Dios!
¿Por qué no soy capaz de ver la suerte que he tenido?
¿Por qué me miro el ombligo y me quejo?
¿Por qué no puedo mirar a mi alrededor y disfrutar de la vida?

Siempre los mismos errores. Las mismas promesas.
A partir de mañana no haré esto, haré lo otro...
Sonreiré, daré gracias al universo creador, miraré las estrellas y pensaré en la suerte de haber sido una de esas células escogidas para crecer y multiplicarse...
Y sin embargo...no soporto que me organicen la vida.

No hago más que quejarme. ¿ves?


Ingredientes
  • 120 gr de azúcar
  • 2 huevos (120 gr)
  • 120 gr de mantequilla en pomada
  • 1/2 cucharadita de esesencia de limón
  • 100 gr de harina de repostería
  • 1/2 sobrecito de levadura (impulsor)

¿Cómo se hace?
  • Batimos los huevos con el azúcar hasta blanquear.
  • Añadimos mantequilla y batimos bien.
  • Añadimos la esencia de limón. Batimos.
  • Ahora la harina tamizada y la levadura.
  • Mezclamos con espátula.
  • Ponemos en moldes de papel, que a su vez estarán colocados en moldes de aluminio de flanecitos.
  • Enfriamos media hora en la nevera.
  • Ponemos el horo a calentar a 250º.
  • Espolvoreamos azúcar por encima.
  • Cuando metamos los moldes de magdalenas en el horno, bajar hasta 200º más o menos.
  • Estarán en unos 15 mn. O antes. Cada horno es distinto, ya sabéis.

viernes, 28 de mayo de 2010

Pan básico de trigo y centeno

El pan nuestro de cada día Si hay algo que me pregunto todos los días es si lo estoy haciendo bien como madre. Y la respuesta es, cada vez más a menudo, que no lo sé. Tengo claro que pongo todo mi esfuerzo, pero también que no voy a estar segura de acertar. Cuando nació mi primera hija me di cuenta de la responsabilidad tremenda que supone tener un peque. Aún recuerdo con claridad la primera noche que pasamos en casa. Mientras estuvimos en el hospital esos primeros días, la niña estaba en el nido, que es algo que se hace para dejar descansar a la madre (esto es discutible, pero es otro tema). Durante la noche yo no veía a la peque y durante el día estaba totalmente pegada a ella. Por eso la primera noche que estuvimos en casa me parecía que apagar la luz para dormir era dejar a la niña sin vigilancia. Supongo que a mucha gente le parecerá ridículo, pero yo sentía la necesidad de verla constantemente y comprobar que estaba bien. Esto se me fue pasando, y con mi segunda peque ya no me ocurrió. Pero aparecieron otras responsabilidades. Que estén sanas, que coman bien, que tengan buenos amiguitos, que se diviertan, que sepan que las queremos aunque las tengamos que reñir, que tengan ilusión cuando se les caen los dientes (viene el ratoncito Pérez) y cuando llega Navidad, que hagan deporte, que descubran sus gustos y tengan aficiones enriquecedoras, que no vean mucho la tele, que puedan manejarse con los nuevos inventos (wii, nintendo...ya sabéis), que sepan nadar bien, que no peguen ni empujen, que se porten bien en el cole y hagan sus tareas, que sean agradecidas con la gente que las quiere, padres, abuelitos, amigos.., que expresen libremente sus opiniones, que tengan espíritu crítico y no se crean todo lo que les cuentan, que sepan descubrir la mentira en caras que parece que dicen la verdad, que no vayan de listillas por la vida pero que no se dejen pisar, ...podría seguir y seguir. Todo esto es lo que supone tener un niño y ocuparse de su educación. Es estar atento todo el tiempo. Si alguien piensa que es fácil y que las cosas salen solas se equivoca. Es una gran responsabilidad y es agotador. Se trata de darle a unas personitas las pautas que les permitan crecer y ser unos adultos responsables y con criterio, sin descuidar la parte divertida de la vida. Como esto es así, no todos los padres están dispuestos o no pueden dedicar el tiempo necesario. Veo a muchos peques que van al comedor y a actividades extraescolares porque en casa crean problemas. Así mientras están fuera no molestan. Veo a niños que están con sus padres sólo unas horas al día, que incluso duermen en casa de los abuelos porque sus padres tienen que madrugar para trabajar. Que llaman mami a su abuelita. Veo a niños en el parque que pegan y empujan a otros y no hay nadie cercano que les diga que eso no se hace. Sus padres se están relajando unos cientos de metros más allá. Veo a niños que no son recogidos a tiempo del comedor y que mientras esperan dedican insultos a su madre que no llega. Y que ésta cuando llega lo primero que hace es insultar. Es todo tan difícil. Víctor Manuel lo dice muy bien en una de sus canciones "Siempre se comete algún error fatal y lo peor de todo es que no sabes cuál". Por mucho que lo intente no puedo controlarlo todo. Es más, creo que eso también es un error. No penséis que mis hijas están todo el día pegadas a mis faldas. No. Son independientes y se lo pasan fenomenal con sus amigos. Pero yo no puedo dejar de evaluar todo el tiempo cómo estoy haciendo las cosas. 
Como, en teoría, este blog mío es de cocina, y pensando en la salud de los de casa, fijáos en esta etiqueta que hay abajo. Dicen que es pan de pueblo. Está bueno de sabor y lo compramos en una cadena de supermercados que tiene la deferencia de poner los ingredientes. Pero... en un alimento que debería llevar agua, harina, y sal, nos encontramos con antiapelmazantes, antioxidantes y lo más intrigante, las grasas vegetales. ¿De oliva?. No creo. Lo pondrían en letras bien grandes. Más bien serán de coco o palma, con todos sus ácidos grasos saturados. Por eso en casa, si podemos, cada dos o tres días hacemos pan. Es más sano y está tan bueno como el que se compra en cualquier sitio. Sólo hace falta un hueco en la agenda (ya sé que a veces es imposible). Ingredientes
  • 400 gr de harina de fuerza (cualquier supermercado un poco grande o en panaderías con tahona)
  • 100gr de harina de centeno (en herbolario, por ejemplo)
  • 10 gr de levadura de panadero (en cualquier super un poco grande, en refrigerados)
  • 10 gr de sal o un poco menos
  • 320 gr de agua
¿Cómo se hace?
  1. Ponemos las harinas en un cuenco grande.
  2. Mezclamos el agua con la levadura y la sal hasta que se disuelvan.
  3. Entibiamos ligeramente esta mezcla. Yo pongo 20 sg en el microrondas. No es muy potente mi microondas. Removemos para igualar temperatura.
  4. Ahora vertemos esto sobre las harinas y removemos y mezclamos hasta hacer una masa.
  5. Amasamos unos minutos (5-10)
  6. Hacemos una bola y la ponemos en un bol aceitado ligeramente.
  7. Tapamos con un paño limpio y dejamos reposar en un lugar resguardado hasta que dobla su volumen.
  8. Pasado este tiempo, sacamos nuestra masa que estará muy esponjosa. Desgasificamos y le damos forma.
  9. Yo hice dos bollos de tamaño medio. Se puede dejar en uno solo o hacer bollos tamaño bocadillo si van a ser para el cole.
  10. Los colocamos en la bandeja del horno sobre papel de hornear (o sobre una piedra de hornear si sois afortunados). Yo no tengo.
  11. Dejamos reposar tapados en un lugar sin corrientes.
  12. Ponemos el horno a calentar a 250º, y metemos dentro un recipiente con agua caliente, para que vaya creando vapor.
  13. Cuando nuestros bollitos han vuelto a subir, les hacemos unas marcas con un cuchillo bien afilado y los metemos en el horno.
  14. Los dejamos a 250º durante 5 mn.
  15. Después bajamos la temperatura a 210º y los dejamos hornearse unos 20- 25 mn más. Si son bollos más pequeños pueden necesitar algo menos de tiempo, y al revés si es un pan grande.
Cuando los saquéis tendrán la corteza crujiente y el interior esponjoso. Y el olor que llenará la casa os lo podéis imaginar. Vale la pena el esfuerzo. No sólo por la satisfacción de hacer tu propio pan, sino también por la salud, de los niños y de los papás.

sábado, 10 de abril de 2010

Empanada

Empanada mental

Visto así, el título de este plato, casi parece un insulto.

¡Menuda empanada que llevas! (No te enteras de nada)
¡Estás empanada o empanado! (Estás atontada/o)
¡Tú lo que tienes es una empanada mental! (Un lío tremendo y confuso)
En fin, que yo no sé por que se asocia este plato a situaciones tan lamentables.
¡Pobre empanadita! ¡Con lo rica que está!
Admite múltiples rellenos, pero el que más hacemos en casa sólo lleva verduras y pollo. Y un poquito de jamón. A todo el mundo le gusta y además, si sobra se puede congelar.
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Ingredientes (sale una empanada pequeña, 3/4 de bandeja de horno)

Para la masa

  • 300 gr de harina de fuerza
  • 15 gr de levadura de panadero
  • 150 gr de agua ligeramente entibiada
  • 50gr de aceite de preparar el relleno
  • 1/2 cucharadita de sal o algo más

Para el relleno

  • 2 filetes de pollo
  • 1 cebolla grandecita
  • 1 zanahoria
  • 1/2 pimiento rojo
  • 2-3 lonchas de jamón serrano
  • sal
  • 1 cucharadita de pimentón dulce
  • aceite de oliva

¿Cómo se hace?

Relleno

Picamos la cebolla no muy fina. Tampoco muy gruesa. Una cosa intermedia, para que la notemos al comer la empanada. La zanahoria sí la picamos más pequeñita. El pimiento lo mismo. Lo ponemos todo en una sartén con algo más de 1/2 vaso de aceite y pochamos a fuego suave. El aceite lo utilizaremos en parte para la elaboración de la masa. Añadimos el pollo troceado al gusto. Y el jamón también. Añadimos sal y pimentón y removemos.

Aclaro que esta mezcla no debe cocinarse, sólo asustarse un poco en el fuego, ya que después va a entrar en el horno y estar un buen rato dentro de la masa.

Retiramos para que entibie.


Mientras nos ponemos con la masa.
En un cuenco: la harina.

En un vaso alto: el agua, el aceite, que habremos obtenido de la fritura anterior, la sal y la levadura. Batimos con unas varillas para que todo quede disuelto y bien integrado. El aceite tendrá color rojizo ya que lleva pimentón. Esto le dará a la masa un bonito color rojo y un buen sabor.

Esto lo añadimos sobre la harina y amasamos. Yo encontré un par de buenos pinches que hicieron figuritas y adornaron la empanada con ellas, después de hornear.


Quedará una masa suave y elástica. Si necesitamos, ajustaremos un poco de harina. Cada harina responde una forma, así que las cantidades siempre son aproximadas.

Dejamos levar hasta que doble su volumen, en un lugar sin corrientes y tapada con un pañito limpio.

Ahora dividimos la masa en dos. Y estiramos.

Una parte será la base. Hay que intentar que quede fina, ya que engordará un poco en el horno.
Ponemos esta base en una bandeja y sobre ella el relleno escurrido.

Tapamos con la otra mitad de la masa estirada. Sellamos los bordes con los dedos, hacemos un agujero en el medio para que respire la empanada, y pinchamos ligeramente por encima con un tenedor.

Metemos al horno a 200º y la dejamos hasta que vemos que está tostadita por encima y que suena como hueca al tocar la superficie con un tenedor.
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Está muy rica.

domingo, 21 de febrero de 2010

Pan de molde (definitivo)

El pan nuestro de cada día

Suena el despertador. Las 7:45.
Remolonear 5 mn.
No se oye nada. Todo tranquilo.
SUENA la radio despertador. ¡ARRIBA!.
Ducha rapidísima. Peinarse. ¡Dios, qué pelos!
Vestirse. Los mismos pantalones de ayer. Otra camiseta. ¡Qué más da!
Besos a los niños. "Preparo el desayuno y vuelvo"
Zumo, leche, tostadas, mermelada, cacao...
"Vamos es la hora"
"No quiero ir al cole. Tengo sueño"
"Ya es viernes. Viene el fin de semana para descansar"
"Vamos rápido. Se enfría"
Vestirlos. Calzarlos.
Hacer bocadillos del cole.
Coger mochilas.
8: 45. Rápido.
Llegamos a la fila. Besos. Entrar en el cole.
Compra. Leche, pan, fruta...
A casa. Colocar la compra.
Hacer camas. Limpiar. Barrer.
Pensar comida, pensar comida, pensar comida...blogs.
Busco, 30 mn. Ideas. Ya.
11:45. Hacer comida.
Pelar, lavar, freír, guisar, probar.
13:00. Tentempié. Pan con queso.
Preparar mochilas piscina.
Recoger ropa del tendedero y doblar. "Esto se plancha, esto no..."
13:45. Buscar a los niños.
Besos.
"Hola ¿qué tal?"
"Bien. ¿Qué hay de comer?".
"........"
"¡Jo!"
Comer.
Recoger platos. 15:45.
Ir a actividad extraescolar con el peque.
Dejar y volver. Preparar meriendas y ayudar con los deberes al mayor.
16:45. Coger mochilas y recoger al niño de la actividad extraescolar.
Caminar a la piscina. Dar merienda. Poner el bañador.
A nadar. Relax de 20 mn. Un café.
Se acabó la pisci para el peque.
Vestir. Esperar a que salga el mayor de la piscina. Leer 30 mn. Vigilar ludoteca, por si los golpes.
Las 20:00.
Vamos.
Autobús.
A hacer la cena.
Las 8:30.
Las 21:00. "Venga, comed que se hace tarde".
Lavarse los dientes. A la cama. A dormir bien. Besos y abrazos.
Me toca cenar. Relax. 1 hora de tele o no. Leer. Dormir.

Comentario.
"Ahora que no trabajas y tienes tiempo podrías prepararte algo, no sé, estudiar, hacer un curso. Hay que estar activo, no deseperdiciar las horas muertas que tienes."

No hay comentario. Hay véeeeeeeeertigo.
Ingredientes
  • 550 gr de harina de fuerza
  • 15 gr de levadura fresca
  • 350 gr de leche entera
  • 67 ml de agua
  • 40 gr de mantequilla (o aceite de oliva)
  • 28 gr de azúcar
  • 1,5 cucharaditas de sal
¿Cómo se hace?
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Mezclamos todo menos la harina. Yo suelo darle una pequeña batida con las varillas.
Esta mezcla la pongo 20 sg en el microondas. La añado sobre la harina y amaso hasta que tengo una masa uniforme. En tres ó 4 mn.
Doy forma de barra y coloco en un molde de plumcake con papel de horno. Lo tapo con un paño limpio y seco.
Lo dejo reposar dentro del horno apagado hasta que ha subido por encima del borde del molde.

Depende de la temperatura en casa. Puede tardar entre 45 - 90 mn. Si quiero acelerar el proceso, caliento el horno a 40º más o menos (casi ni templado), y a esta temperatura, con el horno apagado dejo la masa dentro. Sube bien en unos 40 mn.
Tenemos ya nuestra masa bien crecida fuera del horno. Ponemos éste a 200º.
Metemos el pan cuando haya alcanzado esa temperatura.
A los 8 mn (en mi horno), ha tomado un bonito color dorado por encima.
Cubrimos con un papel de aluminio para que no se siga tostando más.

Lo dejamos otros 32 mn más. En total ha estado 40 mn.

Sacamos del horno y sacamos del molde, con ayuda del papel de horno. Lo colocamos sobre una rejilla para que se enfríe sin ablandarse.

Cuando está frío lo cortamos en rebanadas y nos asombramos de lo tierno que está.

Si hemos usado mantequilla tendrá además un bonito color blanco, y un aroma increíble al tostarlo.

Si no, el aceite le dará un ligerísimo color dorado y un sabor suave que os recordará que no estáis comiendo ninguna grasa vegetal desconocida ni ningún conservante, ni aromatizante, ni antiapelmazante...

Envasamos las rebanadas cuidadosamente en bolsas de congelar, y congelamos, para tener pan de molde recién hecho todas las mañanas.

Un beso fuerte a todas esas mujeres, y algún que otro hombre (pocos, la verdad) que son amas/os de casa y "no trabajan".

lunes, 9 de noviembre de 2009

Mermelada de melocotón de Calanda y pan de pasas



Las cosas más importantes
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Desde que era pequeña me ha resultado muy difícil escoger.
Recuerdo aún con cierto desasosiego, que yo siempre quería la muñeca que tenía mi amiga. Y si nos la cambiábamos, seguía queriendo la suya. Y yo no entendía porqué.
Este sentimiento incomprensible recibió en mi cabeza al pasar el tiempo, un nombre: envidia. Llegué a la conclusión de que eso que yo sentía no era más que el deseo de poseer lo que el otro tenía, fuera lo que fuera.
Es un sentimiento desastroso. Te impide ver lo bueno de tus cosas y lo oculta bajo el deseo de poseer lo que tiene el otro, creyendo que lo suyo siempre es mejor.
No sé si esto es inherente a la naturaleza humana.
Los niños manifiestan muchas veces ese deseo de querer lo del otro. Por muchos juguetes que tengan, si aparece un niño con uno sólo, algo distinto, lo piden. Lo quieren, olvidando todo lo suyo.
Al pasar los años, las experiencias me han hecho ver que lo mío no es lo peor, sino al contrario.
He ido adquiriendo la capacidad de ver el valor de mis cosas, y con ello, la capacidad de disfrutarlas.
Creo que en eso consiste, en cierto modo, la capacidad de vivir.
El ansia constante por conseguir cosas que no tenemos, nos pone una venda en los ojos y nos impide ver lo importante.
Las cosas.
¡Qué poco importantes son las cosas!
Un coche nuevo,
la ropa a la última, de marca por supuesto,
esas deportivas con cámara de aire,
el abrigo que es impermeable y además transpira y además corta el viento,
ni una mota de polvo en casa,
ni un pelo fuera de su sitio,
ni un papel fuera de su archivador,
ni un juguete por el suelo,
ni una huella en la ventana...
¿Por qué no nos damos cuenta de que la ventana no vale nada si no tiene la huella de esa pequeña manita sobre ella?
¿Por que resulta tan difícil levantar los pies del suelo y mirarnos desde arriba, para ver que la mayoría de las cosas que nos ocupan el día son insignificantes?
Descubrir la esencia de la vida es muy difícil, y muy sencillo al mismo tiempo.
Voy a dejar lo que estoy haciendo ahora e iré a darle un abrazo a mis hijas, o dejaré que el sol caliente mi cara un momento.
Saldré a la calle y sentiré esas gotas de lluvia que anuncian el invierno. Dormiré con una mano en la mía, sintiendo su calor.
Escucharé el silencio que trae la noche, tranquila, mientras todos duermen.

Amanita muscaria

Río Muniellos

Atardecer en el bosque

Vista desde los apartamentos La Fonte

Hoy traigo una receta que intenta atrapar los últimos coletazos de las frutas veraniegas. Mermelada de melocotón de Calanda. Una delicia de fruta que sólo podemos consumir fresca en septiembre y octubre.
Para no echarla mucho de menos hasta el año que viene, podemos conservarla en almíbar o en mermelada.

Ingredientes
  • 800 gr de melocotón pelado y sin hueso
  • 500 gr de azúcar
  • zumo de 1 limón
¿Cómo se hace?
Los melocotones troceados se dejan reposar unas horas (6 horas más o menos) con el azúcar.
Soltarán su jugo.
Los melocotones, el azúcar y su jugo se cuecen unos 15 mn.
Se trituran con batidora y se vuelven al fuego hasta que espesen. Se añade el zumo de limón unos minutos antes de retirarlo del fuego.
A la hora de envasar es muy importante la esterilización.
Botes, tapas y utensilios que se usen (cucharón y pinzas para agarrar los botes y tapas) deben hervirse una media hora.
Cuando la mermelada ya esté, se sacará un bote de la olla de esterilización, se coloca sobre un paño limpio y se rellena inmediatamente con la mermelada. Se tapa enseguida y se aparta. Se rellenan así todos los botes.
Ahora deben introducirse de nuevo en la olla con agua hirviendo, teniendo cuidado de que el agua quede por debajo de las tapas. Cocer así al menos 15 mn más. Sacar y dejar enfriar.

Podemos tomarla como es habitual. Yo tenía un pan de pasas que le sentaba de maravilla.
Es una receta de Gastronomía & Cía

Se elabora en forma de Roscón.
Podéis ver la receta
aquí.

Cambié alguna cosa.
No tenía avellanas, así que puse nueces.
Utilicé la mitad de todos los ingredientes. Aún así sale un roscón bastante grande.
La masa fue hecha a mano. No tengo Thermomix.
Y sólo hice un levado. Amasé y coloqué directamente en el molde de roscón. Lo dejé doblar su tamaño y lo horneé.

Corté en rebanadas todo el roscón y congelé las que no iba a consumir.


Este pan está bueno solo, pero con la mermelada, más aún.

martes, 6 de octubre de 2009

Panecillos de hamburguesa

Comida rápida

Tengo esta entrada pensada desde hace días, y a medio editar. El tiempo me persigue.
Madrugar.........desayuno............cole...........comida............actividad estraescolar......merienda........piscina...........ducha.........cena...........dormir........
Entre tanto punto suspensivo no me queda ni un hueco para publicarla.

Es una comida rápida. Un término asociado a comida basura, pero nada más lejos.

Se trata de un panecillo de hamburguesa, casero y sano que sale tierno y delicioso.

Pero si es un panecillo, debe de haber un levado ¿no?. Y eso no es rápido ¿a que no?.
De acuerdo, los panecillos no son rápidos, lo bueno se hace esperar (aunque no siempre).

El truco está en tenerlos ya congelados. Entonces sí que es rápido. En apenas 10 sg por cada cara en el microondas, tenéis un panecillo de hamburguesa "recién" hecho.

Esta receta la encontré en algún blog que no recuerdo. He buscado y no he dado con ella. He hecho algún pequeño cambio, pero si alguien la reconoce como suya, ruego me lo diga para incluir el enlace.

Ingredientes

  • 250 gr de harina de fuerza
  • 7 gr de levadura fresca
  • 150 ml de agua
  • 1 cucharadas de leche en polvo
  • 20 gr de aceite
  • 35 gr de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal

¿Cómo se hace?

Calentamos el horno durante 5 mn, para que no esté frío. Ligerísimamente templado.

Mezclamos en un cuenco la harina con la leche en polvo. Aparte mezclamos el agua, la sal y el azúcar.

Esto lo templamos ligeramente. Añadimos la levadura y el aceite y removemos.

(Yo utilizo aceite de oliva vírgen extra, suave. La receta original llevaba mantequilla. Intento prescindir de grasas animales siempre que puedo. En este caso el sabor del panecillo con el aceite es muy, muy suave y va fenomenal para las hamburguesas).

Añadimos estos líquidos sobre la harina y mezclamos con cuchara de madera. Si se necesita se puede espolvorear algo más de harina.

Amasamos durante unos 5 mn.

Se corta la masa en trozos y se les da forma de bollitos. Si quieres una hamburguesa grande (como la de papá oso) el trozo debe pesar unos 90 gr. Para mis niñas (bebé osito) hago bollitos de 60 gr. Y la de mamá osa pesará unos 75 gr.

Los colocamos en la bandeja del horno sobre un papel vegetal y cubiertos por un paño limpio. Dejamos que aumenten su tamaño durante una hora o una hora y media en el horno apagado y cerrado.

A continuación, cuando ya han doblado su volumen, los sacamos del horno y precalentamos éste a 200º, fuego arriba y abajo.


Quitamos el paño y los metemos. En 5 ó 7 mn están hechos.


Con las cantidades que yo he dado salen unas 6 hamburguesas pequeñas (de las de 60 gr). Si queréis podéis doblar la cantidad de todos los ingredientes y congelar unos cuantos, que es lo que yo hago.


Así siempre están listos para rellenar. El panecillo de la primera foto contiene jamón, queso, una rodaja de tomate, salsa de mango y un poquito de hierbabuena seca.
La verdad es que admiten casi cualquier cosa.
Feliz comida rápida.

viernes, 14 de agosto de 2009

Pan de molde ¿perfecto?

Pan con todo

En estos días de verano, donde no hay horarios, los niños están en casa y los días no son demasiado calurosos (estamos en el norte), podemos hacer de todo.
Si hace sol, no perdonamos la playa, pero si el día amanece nublado, nos vamos de ruta.
Estas fotos de hoy son de una de las muchas rutas maravillosas que hay en Asturias. Es La ruta del Alba. El nombre se debe a que discurre al lado del río que lleva ese nombre, el río Alba.
Este año ha sido lluvioso, así que el río bajaba caudaloso y fresco.


Es una caminata de ida y vuelta, de aproximadamente 14 kilómetros. Muy llana y sencilla. Se puede hacer con los niños, que se van entreteniendo con todo tipo de flores, frutos y diferentes animales que se van encontrando por el camino.


Encontramos las primeras avellanas, aún verdes.



Y las peques caminan tan contentas, disfrutando de la naturaleza sin darse cuenta.


Unos buenos bocadillos de pan casero son una opción ligera y rica para llevar.
La idea de este pan de molde ¿perfecto? surgió cuando estaba haciendo experimentos con la masa madre. Buscaba un pan con corteza más suave y que aguantase mejor el tostado que el que tengo ya publicado. Lo encontré en esta página.
Cuando lo hice la primera vez pensé: "este es perfecto". Después ensayé otra receta que aún dio mejor resultado y que más adelante publicaré. Por eso los interrogantes.
Éste es sin duda un pan de molde ideal si manejáis masa madre a menudo y la tenéis rondando por la nevera.
Ya veis lo tierno que queda.

Ingredientes
  • 500 gr de harina de fuerza
  • 300 gr de agua
  • 10 gr de sal
  • 100 gr de masa madre
  • 40 ml de aceite de girasol
  • 12 gr de leche en polvo
  • 20 gr de azúcar
  • 20 gr de levadura fresca

Ingredientes para la masa madre (sobrará)
  • 170 gr de harina de fuerza
  • 90 gr de agua
  • 4 gr de levadura fresca

¿Cómo se hace?

Para la masa madre debemos mezclar la harina con la levadura desmenuzada y con el agua. Removemos y amasamos hasta que estén bien integrados todos los elementos. Dejamos reposar en un recipiente tapado y a temperatura ambiente hasta el día siguiente. Unas 12 horas.

Veremos cómo ha subido la masa.
A continuación mezclamos en un recipiente los 300 ml de agua, la sal, el azúcar, el aceite de girasol y la leche en polvo.
En un bol grande ponemos los 500 gr de harina y los 20 de levadura desmenuzada. Templamos los líquidos (unos 20-30 sg en el microondas) y los añadimos sobre esta harina. Removemos con una cuchara y volcamos sobre la mesa para comenzar a amasar. Amasamos unos 5 mn.
Ahora es cuando le añadimos los 100 gr de masa madre, amasando de nuevo hasta que esté toda la masa perfectamente integrada.

Damos forma de barra.
En un molde alargado tipo plum cake, cubierto de papel de horno colocamos esta barrita.
Lo cubrimos con un paño limpio y lo dejamos reposar en un lugar abrigado y lejos de corrientes de aire. Si tenéis un verano caliente valdrá cualquier lugar de la cocina. Si tenéis un verano norteño, el interior del horno estará bien.
Lo dejamos hasta que veamos crecer la masa por encima del borde del molde. Lo sacamos del horno.
Precalentamos el horno a 220º y metemos el pan unos 35 mn.
Conviene vigilarlo para que no se queme la superficie. Si véis que eso ocurre, cubridlo con papel de aluminio hasta que termine la cocción.

Cuando lo saquéis del horno desmoldadlo y ponedlo a enfriar sobre una rejilla o sobre las tablillas de cortar el pan, para que no se reblandezca. No se deben hacer rebanadas hasta que esté bien frío.
La corteza es finita y la miga muy suave y tierna.


Perfecto para unos bocadillos.


Para disfrutar esta ruta o muchas otras maravillosas que tenemos a nuestro alrededor.


miércoles, 5 de agosto de 2009

Mis arepas

Fuego en La Palma.

Esta imagen la tomamos el día 7 de Julio, en los volcanes que hay al sur de Fuencaliente. Al fondo se ve el pueblo y nosotros estábamos recorriendo la cima del cráter de ese volcán, el San Antonio. Lo que parece humo a la izquierda de la foto era niebla.
Me han impresionado mucho las noticias de los incendios de estos últimos días, porque hace un mes estábamos allí disfrutando de los paisajes y bosques maravillosos de esta isla.
Lamento mucho todas las pérdidas que han sufrido los habitantes de la zona y espero que se recuperen pronto, y también que la espléndida naturaleza de la que disfrutan vuelva a estar como yo la he visto.

Precisamente en Fuencaliente probamos las arepas, que es la recetilla de hoy. Si alguien conoce la receta exacta agradeceré que me la cuente, porque las que yo he hecho estaban muy ricas pero no eran como las que comimos allí.

Ingredientes (salen 7 arepas pequeñas)
¿Cómo se hace?

La harina de maíz la conseguí en Mercadona, así que supongo que en cualquier supermercado un poco grande la tendrán.
Es sencillo, se mezclan el agua y la sal, se añade esto sobre la harina y se hace una masa. No queda pegajosa y se trabaja bien. Yo creo que la próxima vez añadiré algo más de agua, para intentar que estén algo menos densas.

Esta es la textura que quedó y una de las arepas.

Para cada arepa cogí un montoncito de masa e hice una bola redonda y después la aplané entre las manos.


Más bien gorditas, como de 1 cm de grosor.

A continuación ponemos un poco de aceite en la sartén, solo para humedecerla. Hacemos las arepas a la brasa hasta que se tueste un poco la superficie y se cree una costra por cada lado.


Después yo tuve dudas. Leí que había arepas fritas y asadas, así que hice de las dos.
Las fritas son las más tostaditas. En aceite caliente las freí durante unos 8 mn a fuego no muy fuerte. Hay que tener en cuenta que deben hacerse por dentro y son bastante gruesas.

Las asadas, que son las más claritas, las tuve en el horno a 170º unos 20 mn.

Las dos están buenas. Las fritas quedan muy crujientes (demasiado) y las asadas se parecen algo más a las que yo comí.
Las dos quedan huecas por dentro, que es de lo que se trata.

Se les hace una abertura y se rellenan con lo que uno quiera.
Yo hice una fritada de verduras con pimiento rojo, cebolla y calabacín. Mi hija mayor le puso jamón y queso. Creo que admiten cualquier cosa rica.