lunes, 19 de octubre de 2009

Profiteroles con nata


Algo sencillo

Aquí por el norte ha llegado el Otoño. El sol ha caído, nuestras sombras crecen al atardecer.

Damos un simple paseo por la playa, y pisamos la arena húmeda que hace poco más de un mes nos servía para construir castillos.

El viento sopla fuerte y fresco. Se puede navegar y volar al mismo tiempo.

Las sirenas nunca tienen frío,pero a los que caminamos sobre dos piernas, después de un paseo otoñal como el de hoy, no sé porqué, nos apetece chocolate.

Hoy vamos a hacer unos profiteroles, facilitos, que podamos rellenar con nata simplemente y regar con un chorrito de chocolate negro caliente.

Ingredientes
  • 125 ml de leche
  • 125 ml de agua
  • 100 gr de mantequilla
  • 1 cucharadita de café de sal
  • 5 gr de azúcar
  • 150 gr de harina de repostería
  • 4 huevos medianos
¿Cómo se hace?
Colocamos en un cazo la leche, el agua, la mantequilla, la sal y el azúcar.
Llevamos a ebullición.
Sacamos del fuego y añadimos de golpe la harina previamente tamizada. Removemos hasta obtener una masa homogénea. Ponemos a fuego suave 1 minuto, para que cueza un poco. La masa ha de separarse de las paredes del cazo.

Retiramos del fuego y añadimos el primer huevo. Lo removemos bien con cuchara de madera hasta que el huevo esté perfectamente integrado. Procedemos igual con los demás huevos, siempre de uno en uno.
Cuando ya tengamos esta masa la introducimos en una manga pastelera que tenga una boquilla ancha (1 cm más o menos).
En la bandeja del horno cubierta con papel vegetal vamos haciendo montoncitos separados entre sí unos centímetros.

Así.
Hay que colocar la boquilla cerca del papel y no levantarla cuando se está depositando la masa.

Si no se quiere que queden estos piquitos levantados sólo hay que mojarse los dedos en agua y aplastarlos con cuidado. Yo esta vez no lo hice.

Hay quien pinta los profiteroles con huevo antes de meterlos al horno. Les aporta brillo. Yo no se lo puse, y aún así quedaron con un bonito color.
Se meten en el horno que estará a 200º. Tardan unos 20 mn. Deben quedar dorados y un poco crujientes. Hay que vigilar. Cada horno es diferente.
Los sacamos del horno y cuando podamos cogerlos los abrimos haciéndoles un pequeño corte.
Veremos que la pasta se ha inflado y estarán huecos por dentro, listos para rellenar.
Si no los vais a comer todos, se pueden congelar así vacíos.
Yo los he rellenado de nata montada, y los he cubierto de chocolate negro caliente. Sin más.

Un bocado fácil y delicioso. Sencillo, como un paseo.

martes, 6 de octubre de 2009

Panecillos de hamburguesa

Comida rápida

Tengo esta entrada pensada desde hace días, y a medio editar. El tiempo me persigue.
Madrugar.........desayuno............cole...........comida............actividad estraescolar......merienda........piscina...........ducha.........cena...........dormir........
Entre tanto punto suspensivo no me queda ni un hueco para publicarla.

Es una comida rápida. Un término asociado a comida basura, pero nada más lejos.

Se trata de un panecillo de hamburguesa, casero y sano que sale tierno y delicioso.

Pero si es un panecillo, debe de haber un levado ¿no?. Y eso no es rápido ¿a que no?.
De acuerdo, los panecillos no son rápidos, lo bueno se hace esperar (aunque no siempre).

El truco está en tenerlos ya congelados. Entonces sí que es rápido. En apenas 10 sg por cada cara en el microondas, tenéis un panecillo de hamburguesa "recién" hecho.

Esta receta la encontré en algún blog que no recuerdo. He buscado y no he dado con ella. He hecho algún pequeño cambio, pero si alguien la reconoce como suya, ruego me lo diga para incluir el enlace.

Ingredientes

  • 250 gr de harina de fuerza
  • 7 gr de levadura fresca
  • 150 ml de agua
  • 1 cucharadas de leche en polvo
  • 20 gr de aceite
  • 35 gr de azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal

¿Cómo se hace?

Calentamos el horno durante 5 mn, para que no esté frío. Ligerísimamente templado.

Mezclamos en un cuenco la harina con la leche en polvo. Aparte mezclamos el agua, la sal y el azúcar.

Esto lo templamos ligeramente. Añadimos la levadura y el aceite y removemos.

(Yo utilizo aceite de oliva vírgen extra, suave. La receta original llevaba mantequilla. Intento prescindir de grasas animales siempre que puedo. En este caso el sabor del panecillo con el aceite es muy, muy suave y va fenomenal para las hamburguesas).

Añadimos estos líquidos sobre la harina y mezclamos con cuchara de madera. Si se necesita se puede espolvorear algo más de harina.

Amasamos durante unos 5 mn.

Se corta la masa en trozos y se les da forma de bollitos. Si quieres una hamburguesa grande (como la de papá oso) el trozo debe pesar unos 90 gr. Para mis niñas (bebé osito) hago bollitos de 60 gr. Y la de mamá osa pesará unos 75 gr.

Los colocamos en la bandeja del horno sobre un papel vegetal y cubiertos por un paño limpio. Dejamos que aumenten su tamaño durante una hora o una hora y media en el horno apagado y cerrado.

A continuación, cuando ya han doblado su volumen, los sacamos del horno y precalentamos éste a 200º, fuego arriba y abajo.


Quitamos el paño y los metemos. En 5 ó 7 mn están hechos.


Con las cantidades que yo he dado salen unas 6 hamburguesas pequeñas (de las de 60 gr). Si queréis podéis doblar la cantidad de todos los ingredientes y congelar unos cuantos, que es lo que yo hago.


Así siempre están listos para rellenar. El panecillo de la primera foto contiene jamón, queso, una rodaja de tomate, salsa de mango y un poquito de hierbabuena seca.
La verdad es que admiten casi cualquier cosa.
Feliz comida rápida.