De pronto se abrió una ventana en su frente, y una brisa fuerte barrió por dentro su cabeza. Se llevó de golpe todas las telarañas que ni siquiera sabía que estuvieran allí. Entró la luz de los recuerdos y vivencias primeras. Y sintió que tenía 17 años.
Entendió porqué en la adolescencia creas tu propia realidad. Entonces se viven en carne propia y nueva, esas experiencias que parece que no pudieran ocurrir más que una vez.
Con una intensidad tan arrolladora que apenas te deja respirar.
Recordó la emoción del primer amor, el primer beso, torpe, robado en la penumbra del atardecer, el corazón acelerado en la garganta, las piernas temblando, la necesidad de mirar una fotografía cada 5 mn.
La música de fondo, lo llenaba todo.
Ya no tenía 40 años. Era joven para siempre.
¡Qué patético!. ¿Verdad?
Sin embargo no puede dejar de pensar en ello. Mira las imágenes casi sin color, una y otra vez.
Escucha la música y se deja llevar.
Es la vida que la recorre por dentro.
Ingredientes
¿Cómo se hace?
Se abre la lámina de hojaldre. Se pincela toda la superficie con leche condensada y miel a partes iguales.
Se pliega sobre si misma y se recortan rectángulos de un dedo de grosor más o menos. Yo lo hago con el corta-pizzas. Cada uno de estos rectángulos los volvemos a pintar , esta vez con leche condensada nada más.
Los retorcemos un poquito. O sea los giramos, le damos una vuelta o dos sobre sí mismos. Los colocamos sobre un papel vegetal en la placa de horno.
Horneamos a 180º hasta que se vean dorados.
Sacamos del horno. Sin que se enfríen los despegamos del papel con una paleta. Estarán blanditos. Hay que tener cuidado. Después se endurecerán al enfriar.
Los colocamos sobre una rejilla y los volvemos a pintar de nuevo con una mezcla de leche condensada, miel y agua. Espolvoreamos con azúcar glass abundantemente.
Estoy de vuelta tras las vacaciones.
Hay una frase de Pitágoras que dice: "la felicidad consiste en saber unir el final con el principio".
Espero que sea así.
Cambiar es muy importante. Evolucionar. Lo que se deja atrás tendremos que unirlo con lo que comienza.Las vacaciones me han traído cambios. He pensado y sentido cosas nuevas. Olvidadas, más bien.
Y creo que el final de las vacaciones traerá más cambios aún. Ya veremos.
Entendió porqué en la adolescencia creas tu propia realidad. Entonces se viven en carne propia y nueva, esas experiencias que parece que no pudieran ocurrir más que una vez.
Con una intensidad tan arrolladora que apenas te deja respirar.
Recordó la emoción del primer amor, el primer beso, torpe, robado en la penumbra del atardecer, el corazón acelerado en la garganta, las piernas temblando, la necesidad de mirar una fotografía cada 5 mn.
La música de fondo, lo llenaba todo.
Ya no tenía 40 años. Era joven para siempre.
¡Qué patético!. ¿Verdad?
Sin embargo no puede dejar de pensar en ello. Mira las imágenes casi sin color, una y otra vez.
Escucha la música y se deja llevar.
Es la vida que la recorre por dentro.
Ingredientes
- Una lámina de hojaldre fresca, no congelada (la del Lidl está bien)
- Leche condensada (lo que consideréis oportuno)
- Miel. Una cucharada más o menos
- Un chorrito de agua
- Azúcar glass
¿Cómo se hace?
Se abre la lámina de hojaldre. Se pincela toda la superficie con leche condensada y miel a partes iguales.
Se pliega sobre si misma y se recortan rectángulos de un dedo de grosor más o menos. Yo lo hago con el corta-pizzas. Cada uno de estos rectángulos los volvemos a pintar , esta vez con leche condensada nada más.
Los retorcemos un poquito. O sea los giramos, le damos una vuelta o dos sobre sí mismos. Los colocamos sobre un papel vegetal en la placa de horno.
Horneamos a 180º hasta que se vean dorados.
Sacamos del horno. Sin que se enfríen los despegamos del papel con una paleta. Estarán blanditos. Hay que tener cuidado. Después se endurecerán al enfriar.
Los colocamos sobre una rejilla y los volvemos a pintar de nuevo con una mezcla de leche condensada, miel y agua. Espolvoreamos con azúcar glass abundantemente.
Estoy de vuelta tras las vacaciones.
Hay una frase de Pitágoras que dice: "la felicidad consiste en saber unir el final con el principio".
Espero que sea así.
Cambiar es muy importante. Evolucionar. Lo que se deja atrás tendremos que unirlo con lo que comienza.Las vacaciones me han traído cambios. He pensado y sentido cosas nuevas. Olvidadas, más bien.
Y creo que el final de las vacaciones traerá más cambios aún. Ya veremos.
12 comentarios:
Desde aquí un beso grandísimo para cualquier y mucha fuerza para cualquier cambio que se te pueda presentar.
Sabes que te he cogido mucho cariño, verdad?
Estos lazos están de chuparse los dedos, literalmente. Ahora para la merienda me venían que ni pintados.
Biquiños mil.
Lau.
Aún te debo una receta.
El cariño es compartido por mi parte. Los cambios serán para bien, espero, pero con riesgo.
Los que han sido ya, sin duda han valido la pena.
Gracias por tus ánimos.
No me olvido de esa receta prometida.
Besos.
Esperanza.
Bueno, pues ya contarás. A mi me da hasta cosa preguntar.
Los lacitos doy fe, están buenísimos.
Puedes preguntar lo que quieras.
Mañana listas nuevas. Sólo 7 personas por delante.
Hoy tengo un día algo pesimista, a pesar del sol radiante.
Muchos besos para ti y tu enanito.
Espe
Hola Anta, muy rica sta receta, me he paseado por tu blog varias veces me gusta mucho así que me hice seguidora :) cuando quieras puedes visitar el mío serás bien recibida. Un besuco. :)
Mar: gracias por hacerte seguidora. Espero poder visitar pronto tu blog con más detenimiento de lo que ya lo he hecho.
Besos.
Espe
Creo que han sido unas vacaciones estupendas, espero que tus cambios sean todos positivos y estupendos.
Entre tanto me quedo con uno ó dos lacitos...
Besinos
Esperanza, hace un momento entré en tu blog porque pensé que era demasiado el tiempo que no había publicado nada, parece que me hubieses escuchado...
Espero que tus cambios sean positivos y te sientas mejor con ellos. Me ha encantado verte de vuelta, tus fotos son preciosas, me gustan aquellas de los pies dentro de la arena.
Los lacitos estarían ideales para una de mis tardes con té.
Un beso.
Hilda: las vacaciones fueron muy buenas, pero ya me parece que hace siglos que terminaron. Yo también espero que los cambios sean para bien. Gracias. Todos los cambios dan un poco de miedo.
Kako: gracias por acordarte y visitarme. He tenido esto un poco abandonado porque me he liado con la oposición, las vaccaciones y ahora el comienzo de un nuevo trabajo.
Intentaré aparecer de vez en cuando, porque necesito este rincón para charlar con todas vosotras.
Gracias también por tus palabras sobre las fotos. La de los pies tiene para mí un significado simbólico. Es difícil caminar sobre la arena, pero a la vez muy agradable. Como la vida.
Besos.
Esperanza.
Acabo de descubrir tu blog. Maravilloso! Y en un día como hoy más sal que pimienta! Te seguiré leyendo! Saludos.
Carol
Bienvenida y quédate. Me encantan las personas por descubrir.
Gracias.
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